LA CRISIS DE LOS OPIOIDES

Cada año mueren en Estados Unidos 50.000 personas por sobredosis de opiáceos. Eso es casi el equivalente al número total de soldados estadounidenses que murieron durante toda la guerra de Vietnam. ¿Cómo ha sucedido esto? En un momento dado, en un pasado no muy lejano, la adicción a los opiáceos procedía casi exclusivamente del consumo ilícito de heroína en la calle.

Sin embargo, la mayoría de las muertes por opiáceos que se producen hoy en día no son las de los adictos normales que buscan el subidón de la heroína o que necesitan evitar el síndrome de abstinencia. Entre las muertes por opioides de hoy en día se encuentran las personas que reciben tratamiento para el dolor crónico, o que se recuperan de una operación quirúrgica, y que se hacen adictas a los opioides por prescripción de sus médicos. ¿Qué es lo que ha provocado que esta epidemia crezca como lo ha hecho en los últimos 20 o 30 años?

Un profesor de la Facultad de Medicina Albert Einstein, el Dr. Russell Portenoy, tuvo mucho que ver con los problemas actuales. Fue uno de los primeros defensores del uso de opioides para el tratamiento del dolor crónico. A partir de finales de la década de 1980, Portenoy apoyó este tratamiento en artículos de revistas médicas, en conferencias de médicos y con los reguladores, indicando que los fármacos eran seguros y no provocarían adicción, aunque los medicamentos que defendía eran muy similares químicamente a la heroína.

Su mensaje fue recibido, y los médicos empezaron a aumentar las prescripciones de Oxycontin, Percocet, Vicodin, Percodan y Demerol, entre otros, para el tratamiento de los millones de pacientes que sufren dolor crónico. Recientemente, el Dr. Portenoy ha sido nombrado acusado en demandas presentadas por municipios y estados de todo el país que intentan responsabilizar a los fabricantes de opiáceos del coste del tratamiento y la rehabilitación de las víctimas.

El Dr. Portenoy ha accedido recientemente a cambiar de bando y se ofrece a testificar a favor de los demandantes y a proporcionar registros de pagos de los fabricantes y a revelar el papel de éstos en este asunto. Los fabricantes, entre los que se encuentran Purdue Pharma, Endo, Abbvie, Johnson & Johnson (J&J) y Validus Pharmaceuticals, han ganado miles de millones promocionando agresivamente el uso de estos medicamentos.

La exposición de los fabricantes es enorme. Recientemente, Purdue Pharma llegó a un acuerdo con el estado de Oklahoma, acordando un pago de 270 millones de dólares al estado, de los cuales 102 millones se utilizarán para establecer un nuevo Centro Nacional de Estudios y Tratamiento de la Adicción que se ubicará en la Universidad Estatal de Oklahoma en Tulsa. Aunque esto pueda parecer poco en comparación con los miles de millones que se llevó Purdue, se trata de un solo estado y de un solo fabricante.

En Cleveland Ohio, los casos de todo el país se han consolidado en un litigio multidistrito designado MDL 2804. A pesar de que este MDL se inició hace poco más de un año, actualmente hay más de 1.700 casos en este MDL, muchos de los cuales son entidades gubernamentales y fiscales generales de los estados, que buscan el reembolso de los mayores costos para tratar y rehabilitar a los pacientes con adicción. Muchos pacientes individuales también están incluidos en esta MDL. Además, más de 300 casos están avanzando en los tribunales estatales de todo el país. Aunque Purdue haya esquivado la bala en Oklahoma, todavía queda un largo camino por recorrer, y muchos más estados y pacientes con reclamaciones que deben ser escuchadas.

La familia Stackler, propietaria de la empresa privada Purdue Pharma, ha aumentado su riqueza personal en 4.000 millones de dólares gracias a su agresiva comercialización de opioides. Purdue y los otros fabricantes están siendo responsables de la comercialización agresiva de los medicamentos a través de pagos a "terceros", presionando para bloquear las legislaturas estatales y los reguladores de la restricción del uso de opioides, todo ello mientras se minimizan los peligros de adicción que podrían resultar de estos medicamentos. J&J, además de una comercialización imprudente y engañosa, era propietaria de un productor de amapola en Australia y de una empresa de importación estadounidense que traía la materia prima a Estados Unidos para fabricar el producto.

Se acusa a los fabricantes de conspirar entre ellos, cometer fraude y ser negligentes, y se espera que intenten llegar a un acuerdo global que incluya la indemnización de futuras demandas. El primer caso de prueba está previsto para el 21 de octubre.

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Más información:

https://www.reuters.com/article/us-usa-opioids-litigation-exclusive/exclusive-pain-care-specialist-agrees-to-testify-against-purdue-other-drug-makers-court-documents-idUSKCN1RJ0PG

https://www.npr.org/sections/health-shots/2019/03/26/706848006/purdue-pharma-agrees-to-270-million-opioid-settlement-with-oklahoma

https://www.nytimes.com/2019/01/30/health/opioid-lawsuits-settlement-trial.html

 

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