A veces, la mejor manera de avanzar es tener una visión del resultado final que se quiere crear. Y a veces ese resultado final es algo tan sencillo como dejar un legado; una historia de experiencia que resuene tan claramente en la gente que la idea se transmita al futuro. Se trata de dejar un legado de atención; un legado de implicación real en los casos de nuestros clientes y de hacer de su éxito, nuestro éxito.

Vea este vídeo para saber más sobre el legado del bufete Richard Harris.

Transcripción del vídeo:
He sido abogado durante más de 30 años y se podría pensar que querría bajar un poco el ritmo; pero no es el caso. Sigo viniendo a trabajar cada día y disfruto trabajando con mis clientes.

Tengo la gran suerte de que mi hijo, Josh Harris, trabaje conmigo como abogado y no se me ocurre nada mejor que el hecho de que mi hijo trabaje conmigo en mi despacho de abogados, donde puedo trabajar con él, ser su mentor, discutir los asuntos con él. Él me ayuda, yo le ayudo. Somos un gran equipo.

Se podría pensar que querría alejarme de mi bufete ya que tengo un gran abogado en mi hijo que trabaja aquí, pero es todo lo contrario, no puedo esperar a llegar al trabajo y disfrutar de otro día con mi hijo. Ya sabes, fui un padre muy trabajador y cuando mi hijo estaba creciendo, no siempre estaba allí. Y sabía que era un buen proveedor y hacíamos cosas divertidas en familia cuando hacíamos viajes largos juntos. Pero el día a día, mientras estábamos en la ciudad, estaba lleno de jornadas de 12 a 16 horas en las que yo estaba en la oficina. Así que para mí, es una especie de llamada de compensación. Es como si tuviera una segunda oportunidad en la que mi hijo y mi hija, francamente, también está aquí trabajando como asistente legal y mi otro hijo es intérprete judicial certificado. Así que cada uno de mis tres hijos está involucrado de alguna manera con la ley y eso es increíblemente gratificante para mí porque no siempre estaba allí todo el tiempo para ellos y el hecho de que ahora están conmigo me da esta tremenda segunda oportunidad de permanecer cerca de ellos y hacer algo juntos en la ley que todos amamos.

Supongo que algún día tendré que retroceder un poco y no trabajar tan duro y afortunadamente tengo a mi hijo y a un montón de grandes abogados que siguen haciendo un gran trabajo, pero creo que lo que más me gustaría que fuera mi legado o lo que la gente dijera de mí sería esto, y es: se preocupaba, se preocupaba. Porque se preocupaba lo suficiente, trabajaba duro por sus clientes y realmente se entregaba todo lo que podía para asegurarse de que hacía un buen trabajo para las personas que le confiaban su caso.

No puedo pensar en ningún legado mejor que ese. Se preocupaba.